En prenda

lunes, 4 de julio de 2016

Yo te entrego, en prenda, tantos besos, muchos
como los que hace días te vendí y regateaste
como para untarte mi neblina y estamparte
con eternidades la piel de remolino blanco

Te entrego también el polvo
la estrategia
los arrojos
los desgarres
las manijas
el crujido de los años en la pesada puerta
en la pasada piel que contempla su salida

Te entrego, como arma de caricias los labios
sí, aquellos en que te hundiste a mordidas
donde te abriste en fuego a punta de abrazos
para abatir de antemano las vanas miradas


Te entrego también la piedra
el proceso
la balanza
los arraigos
los países
el remolino de la tierra en los pesados ojos
en la parada lúcida que despide los descansos

Te entrego, como lazo de hogar mi dentadura
como para marcar con diapasones los cabellos,
su armonía celular de grano iridiscente
donde entierro uñas, labios y desconciertos.

Te entrego el recato de las almejas
y el alhajero de las estrellas
el compromiso roto de la tierra
y la soledad en los pasos del ser.