Sentada junto a esos hombres que escupen bohemia
Rodeada de seres intestinalmente revolucionarios
Soy como todos, presa de esta errante época propia
De este instante en que nos escenificamos sufrientes
Como nos corresponde en un baño rojo río de tierras
Somos los títeres de la convulsión en las aguas tiernas
Sentados a esperar el amanecer del teatro de sombras
Cada quien anima al de junto con la mirada suplicante
A ser lo que no es uno ni se atrevería ni desearía ser
Porque queremos retorcernos en la piel del otro aún
Leer los diarios cruentos y mortificarnos como santos
Como un escape de la realidad adustamente ordinaria
En la que cada poeta interno se niega a ser descubierto
Por miedo a transgredir la velocidad propia del sueño
Por renuencia a ser liberado de nuestras doradas cuevas
Somos cuervos picando la sensibilidad de los mundos
Aquellos que se aparean en la sombra luminosa de nada
Sentada junto a esos hombres que escupen bohemia
Configuro mi personaje en la claridad de la máquina
Soy caricatura de lo que en cada uno de ellos habita
La programación insensible del medio al que renuncian
Mismo que acogen al hablar incesantemente de sus ritos
Como una realidad inapelable para la cual viven y sufren
Para la cual trabajan siendo personajes unidimensionales
Que clasifican binariamente bajo parámetros de bohemios
Somos la máquina que se descarna en sus propias cuchillas
Hasta que la revolución intestinal se apropie de nosotros
De los ánimos velados que trascienden a dicha carnicidad
De los cubículos fatuos en que nos sentamos a pensarnos
El encumbramiento del quehacer no es nada más que el ser
Se construyen los bohemios en el canto inútil del charlar
Se destruyen los cantos inútiles en el sólo acto de revolver
Así mismo me sentaré donde se encuentren las cuchillas
Determinada a denunciarlas a grito pelado por sus hedores
Decidida a caracterizar la compostura física de sus filos
Encantada de condicionar hoy mi existencia a su perecer
¿Pero entonces por qué las flores en el ataúd del muerto?
¿Por qué no llenar el cajón de gusanos de una buena vez?
Si fuéramos así de prácticos e intelectuales en la muerte,
No seríamos más que unos cuantos kilos de carne pútrida
Caminando por las calles esperando ponernos verdes
Animando al de junto a actuar como espíritu libre de carne
Mientras nos llenamos de gusanos, por si las cochinas dudas
Como una bola de hombres liberados que escupen bohemia
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