Alma gemela

martes, 7 de junio de 2011

Yo fui una paloma mensajera

con un deseo insano de llevarte

de lujuriarte bien en el camino

y abandonarte a los pies de ella


Yo tengo el sello de tus gracias

confeccioné ternura y carácter

te cerré y ya no puedo franquear

tus ánimos rotos, ella lo sabrá


Yo tuve la caricia de tu destino

en la mano, entre esas tormentas

y me dejé llevar por el aliento

del mundo y su vacuo calcinar


Yo soy la tejedora de tus sueños

que me fueron arrebatados ayer

por la etérea ilusión de un juego

en el que yo ganaba el cosmos.


Te sigo como huella del pasado

no te toco con mi mano tóxica

pasivo testigo de tu luz de luna

y reflejo ámbar de tu paz de sol.


Sólo tú y yo estamos sublimados

en la libertad del distanciamiento

ante la incorruptibilidad amorosa

de nuestro exclusivo manto eterno.


Ya recogerás la calma en sus brazos

ya viviré mi angustia en los de ellos

ya saldaremos las cuentas del mar

y obviaremos el ruido del mundo.


Esperaré a que se pudra la carne

para estar desnuda en alma de ti

que reluzca de una vez el engaño

de tus ganas de volverme sombra

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