Invencible

martes, 31 de mayo de 2011

He descubierto tu papel en mi vida,

te pillé

Me llevaste al estómago del diablo:

me miré

berreando llamas en tu piel de lija

y salí

un poco seca, con mi propio arcano.


Hoy sé cuál era la trama de tu obra,

no te vi:

me llamé a autoengaño y te arranqué

en la sed

a la que ya mi garganta se acostumbra

no habrá

mas desierto que me aguante los pies.


Te busco hoy en el cofre del desahucio,

ya te sé:

te leo desde la esquina del plácido odio,

aún allá

te ves grácil cual infiel en el desagravio,

aún así

no me llagará las grietas el episodio,

pues tú

me has regalado la falta de asombro.

Ni hablar;

el dominio de mi especie es el infierno

y así

me hiciste reina en el trono del arrojo,

aún así

te llevo en la cabeza: par de cuernos.

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