De la nada

sábado, 14 de mayo de 2011

Hay cosas que nacen de la nada

de un rinconcito del que no se sabe

aunque nadie emite, hay una vibra

un sueño entre la psique de nadie

un temblor

un resbalón

un atajo

todo lo que en vigilia parece avisar.


Se aparece porque no pintaron algo

en los muros llenos de murmullos

donde enterraron los ojos y ya no:

una posibilidad entre tantos poros

de sed

de perder

de tejer

de todo lo que el vacío dejó mirar.


Quema todo entre tanto frío lodo

pero se esparce en ausencia del aire

relumbra pardo cuando nadie lo vio:

un colectivo daltonismo a la vorágine

de los que son

de los que están

de quien se va

de todos los que querían ganar nada.


Cuando mudo se halla entre nosotros

no hay nada más ocioso qué discutir

sólo cabe en las esporas del arrojo

sólo combina en las artes del sentir

del vivir

del asir

del arar

de todo a lo que debe su mortal percibir.


Hará de cada harto resquemor su nido

de cada gota purulenta, vaciará la sal

de cuanto puño tope, burlará el vigor

conforme destruya, el mundo abrirá

a las armas

a las risas

al rubor

a todo cuanto nunca hubo de atesorar.


Entonces callará la turbulencia del oro

desnudará de música la rima hipócrita

desmembrará en la piel el terco retoño

del abrazo tóxico que amparó afonías

al paso

al retorno

al nunca

de todo el que, indolente, cobijó la nada

0 comentarios:

Publicar un comentario