El Ermitaño

domingo, 8 de mayo de 2011


[IX] El Ermitaño.- Prudencia, sabiduría, paciencia, silencio, avance espiritual, inspiración divina, circunspección. Retiro del mundo, soledad. Peregrinaje. Puede ser un maestro. La realización de un balance y progresar.
                               ---------- INVERTIDO ----------                                        Inmadurez, vicios, oscuridad, testarudez, traición, engaño. Misantropía, misoginia, celibato. Persona excesivamente tímida e insociable. Enemigos ocultos. Prudencia que sobra o que falta.

Me pregunto con inusitado esfuerzo la razón de tu presencia en mi vida. Concluyo que apareciste como aparecen los arcanos mayores en la mesa: te toca el número 9.
De entre todas las personas en mi vida, eres la última elegible. Considero tus maneras de proceder incluso más atravesadas que las mías. Tu cristalería es más grande que la mía, y sabemos lo que un caprino puede hacer en ellas: romper, generar estruendo, lastimar.
Sin embargo, de tu parloteo se construyen mis fantasías: te escucho e imagino. De tu testarudez sobreviene mi reflexión. De tu pesimismo la luminosidad del mío. De tu misantropía se desprende mi calidez. De tu desconfianza emerge mi ternura. De tu desasosiego, mi esperanza. De tu mirada huidiza, mi contemplación. De tu afán por ser complacido, mis ganas de complacer a otro ser humano. De tus duelos presentes, mi alegría por ver el propio duelo distante. De tu desapego, mi sonrisa. De tus tormentos, mi búsqueda de la desaprensión. De tus sarcasmos, mis frases inocentes. De tu frialdad apasionada, mi pasión austera.
Y todas esas actitudes tuyas, son mi retrato de cuerpo entero.

"Te quiero para mí" Murmuré en mis reflexiones. Construí esa frase justamente pensando multidimensionalmente. No es que te quiera ayuntado como en las telenovelas, sino que en realidad, te quiero para mí: eres el campo fértil donde habré de enfrentarme con mis propios lastres, con todo lo que me ha mantenido como mosca estrellándose erráticamente contra la ventana. 
Me representas muchos retos: aprender a no controlar, aprender a dejarme fluir, aprender que mi autorrespeto no depende de ser publicitada, aprender que la perfección nunca viene en el paquete de un cuento rosa. Aprender que puede uno lanzarse al vacío siguiendo únicamente las pulsiones más antiguas, esas que hablan detrás del portón al fondo de nuestras almas.

El Oráculo definió como inasible y difuso cual nube ese aspecto de mi vida en donde estás. Hoy comprendí que se modificarán las circunstancias, pero no acabaré de quererte, pues eres mi fiel imagen en el espejo. Será por eso que soy capaz de apropiarme de mis sensaciones, de las tuyas. De vernos a la distancia; de seguir ampliando la imagen y vernos contenidos en mi propio interior. Estás y estoy: seremos.

1 comentarios:

Emma dijo...

A webo, pinches cabras locas... son como chivos en cristalería

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