Animales

sábado, 16 de abril de 2011

Te haces como que de eso no entiendes nada, que te apena, que podrías omitirlo para siempre de tu vida, pero a mí no me engañas, fui tu amante, se lo que piensas, lo que secretas, a lo que hueles.
Vas por la calle haciéndote la que le molesta el sexo de la gente, pero pasas frente a una construcción y te quedas observando a los albañiles con pico y pala, te imaginas cómo será ser embestida por ellos, rajada por la mitad. Te regodeas pensando en el probable asco que experimentes al estar en contacto con sus humores, en un cuartucho, zangoloteada en una cama de latón con el retrato de la virgencita empotrado en mitad de la cabecera. Te preguntas si a ella misma no se le irán los jugos al verlos así, erguidos, fuertes, panzones de un lado y correosos de los brazos. Imaginas que hueles sus zapatos, te sales de la escena.
Continúas caminando, te subes al pesero. Junto de tí una chundita huele a Aqua Net y perfume de la Alameda, trae un pantalón blanco y playerita entallada. Te preguntas si su novio se la meterá sabroso, te preguntas si el uso de pantalón blanco es una señal de estar disponible, sin moros en su costa. Imaginas que le quitas el brassiere de encaje raído y le metes los dedos hasta tener su acritud metida entre las fosas nasales, llamando a gritos a tu propia humedad, tan lejana, tan especialmente Palacio de Hierro, tan dominante. Te imaginas que su novio las ve desde el otro árbol, donde está repegado con otra lonjudita de playera rosa chillante y brillantes letras que dicen alguna babosada en inglés I love you o Baby Girl. Así los ves hacer a estos jodidos, repetidos por pares hasta la náusea en los domingueros troncototes gruesos de los parques públicos, prendidos unos de otras como si se tratara de langostas, de grillos, de moscas.

Ves una jauría de perros correr por el baldío, uno chilla inconfundiblemente: te das cuenta al instante de que ese uno es en realidad "una" y te sientes de pronto solidaria. Cosas de animales, de mamíferos en perpetuo celo, de sonidos provenientes de la misma fuente. Notas cómo va creciendo dentro de tí un hueco borrascoso entre más frecuentemente chilla esa otra una. Deliras al reflexionar que no están ahí en ese baldío sólo 2 ejemplares, que le quedan otros cinco perros alrededor, expectantes, atentos a la acción como si se tratara de la nada. Tú en cambio no estás tan tranquila. Sigues oyendo y sigues haciéndote que no los ves y sigues aullando por dentro. Mejor aprietas el paso -y no sólo el paso-, buscas los cigarros mentolados en tu bolsa, sacas uno, lo prendes mientras te alejas pensando en tus amantes, todos tan perfectamente largos, tan obstinadamente gruesos, tan fascinados de dejártela ir mientras tú continúas representando tu papel de inmerecida hasta que revientas en un grito, hasta que no puedes más, hasta que deseas verte ajada de una vez por todas, en un retumbar perpetuo.

Más adelante decides entrar a un restaurante, la mesa es amplia, rectangular, de madera. Te recuerda la que tenías en casa, cuando vivías con tu mujer. Pides unos camarones, recuerdas lo deliciosos que le quedan cuando los cocina al chipotle con chocolate. Hija de la chingada: a cada desprendimiento de la anaranjada carne del exoesqueleto imaginabas que le estabas arrancando una parte del sexo, bien a bien sepa de qué, una vulva no es similar en nada a un camarón, mayormente relacionado con las vergas, pero de todos modos eso imaginabas, que le arrancabas la carne del interior. Esa tarde terminaron de comer, fuiste modosamente a dejar los platos a la cocina, haciéndote como siempre la muy hirsuta. Pinche taimada: cuando acordaste ya estabas a cuidando de no romper el vidrio de la mesa con las rodillas. La madera olía tan bien, armonizaba con tus jadeos, con el vino espumoso, con sus manos llenas de tí y tu olor acentuado de chocolate y crustáceos.
Terminas de comer en el restaurante aquel, te sales a respirar más humo, de los carros que te gritan mamacita, de tu cigarro, del escape de un microbús. Con lo que te encanta oler humos de escape, pinche taimada.

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