#MeleítodoMonsiváis

domingo, 24 de abril de 2011

Empezaré por relatarle a mi jocoso público: Emma me mandó a subirme en una bicicleta para que no me bajen del moto... como no conozco de otras, les contaré de la matasanos y sus amantes de bata blanca y ocasión. Érase una vez la Galeno Etanol con las venas pletóricas de güisqui y vacías de mí porque tomo cerveza. Tons, como yo no era fina (megasic) se dedicó a hacerle una finísima llamada a otro protogaleno igual de escuincle engolado que ella. Se largaron a coger largamente como larga no debe ser su pirinola y sí largas las funciones de tiatro de la greisanatomi región proletaria 16 (osea, 4 a la segunda potencia). De regreso a casa, en horas de la mañana en que yo prefería dormir para olvidar sus desconsiderado trato, que órale, me toca mi función. Ora es cuando mi reina, acuérdese que cuandoduermosintícontigosueñoycontodassiduermesamilado por eso mejor regreso el lunes a la hora del desayuno.
(fade out donde ustedes se dan por enterados que sí monto bicicletas... y unas de carrera... de bastante carrera)

Capítulo II Por su gramática los conoceréis (o de como una coma puede hacer escandalosos cambios y punto).- Súbete a mí, moto. Ah no, que Menudo conminaba a las chicas -mediante canto en tono de orden-, encaramarse en su vehículo motorizado de dos ruedas: súbete a mi moto. Eran los ochentas. Yo para entonces no tenía idea de motos,  ni de bicicletas, ni de subidas, ni de bajadas, ni de nada.

Capítulo III Entre postre y poste... no ps la neta mejor que pasen los maduritos (o de cómo se supone que por el arte de dirigir con soltura un manubrio, no me conminarán a descender del moto).- Eso dijo el Robot, y en la era de Skynet, a nadie con rondanas en el cuerpo se le desmiente ¿Benotto o Shimano mai'?

0 comentarios:

Publicar un comentario