A tres conjugaciones

miércoles, 27 de abril de 2011

Habría de llamarte mi propia sed. Habría de decirte que te encuentro dentro de la superficie reflejante de mi propio espejo (dentro del espejo, dentro del espejo). Habría de proclamarte con mi nombre, habría de tantas cosas que no he.
Hube de ser una sombra, hube de ignorarte. Hube de no escuchar. Hube de no hablar. La verdad es que nunca hablé. Hube de no haber. A ver, dime tú ¿que más?
Habré de evitarte. Habré de evocarte. Habré de presentirte. Y en el sello, habré de sellarte como se lacran los secretos, los testamentos, las vidas.
He, simplemente he.
                                                                   (insistes en ser el tiempo más difícil de conjugar...)

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