Riding a bycicle for stubborn dummies

jueves, 28 de abril de 2011

Bueno, se sigue presentando la analogía de la bicicleta. (Referirse a “Que tú eres callejer@, street fighter” y “El ciclo bofo”). Es por ello que presento el siguiente instructivo que, como los productos naturistas que venden en los mercaditos, que curan desde las perrillas hasta los melanomas, asegurará un perfecto autocontrol con respecto a las relaciones interpersonales, así como un descubrimiento profundo del centro físico de gravedad del cuerpo, incidiendo a su vez en el equilibrio espiritual.

Paso 1.- Indicado únicamente para los “control freaks” que no conciben la posibilidad de sobrellevar correctamente las contrariedades sin hacer absolutamente nada:

Conseguir una cisterna, pileta, alberca inflable, acceder a una playa artificial Marcelo Inc. o, en última instancia, llenar una tina donde quepa su cuerpo perfectamente en un ángulo llano. Respirar profundamente, introducirse e ir sintiendo el agua en cada centímetro del cuerpo. Una vez introducido el objeto contrariado, relajar los músculos del cuerpo. Incluso, relajar la cara, dejar de fruncir el ceño. Por último y muy importante, NO HACER NADA. No hagas nada. ¡Que no! ¡Deja de remar con las manos! A ver, a ver, destensa la mandíbula, que te va a empezar a doler la cabeza. No te vas a ahogar, deja de hacer pucheros, caray. ¿Ya? ¿Estás sin hacer nada? Muy bien, ahí quédate otro rato.

Paso 2.- Ideal para todos aquellos que viven angustiados porque no pueden controlar a los objetos a su alrededor y les atribuyen un misticismo extraño, o se auto atribuyen una incapacidad innata para realizar ciertas funciones que para otros serían cotidianas y normales. Para fines didácticos, lo haremos con una bicicleta, ya que los pasos subsiguientes requieren el uso de este artefacto:

Poner una bicicleta enfrente, no quieras poner una de carreras, de montaña, chiquita… la que caiga, la que esté disponible. Ver la bicicleta. ¡No! No pienses en la transmisión de cadena ni en cómo te caíste de un triciclo a los 7 años. No te pongas a platicar con el compa que va pasando, concéntrate. No, sólo mírala, no hagas nada. ¿Ya empezaste a sentirte mal? ¡Pues siéntete bien, papá! Ahí te quedas hasta que te sientas bien, ¿sale? ¿Ya? Bueno, la bicicleta ES, no hay más.

Paso 3.- Especialmente importante para los que quieren que la mesa esté puesta antes de sentarse a comer, condición que no necesariamente se cumple en todas las situaciones. Este paso corregirá la pretensión de tener seguridad antes de emprender un proyecto:

Parar la bicicleta. Pararse junto a ella con ambas manos en el volante. Pasar una pierna del otro lado de la bicicleta. No te pongas punk, apenas estás parad@ en el suelo, sólo que tienes una bicicleta en medio de las piernas, no hace ninguna diferencia. Bien, ahora acomodar el pedal de manera que en cuanto subas ambas piernas, inmediatamente puedas entrar en movimiento. Para los zurdos, poner el pedal izquierdo arriba y para los derechos, pus el derecho. Poner el pie correspondiente sobre el pedal. Ahora, al mismo tiempo que desprendes el otro pie del suelo, empuja el pedal. Ahora la bicicleta es una extensión de ti, y para que no caerte, lo único necesario es seguir moviéndote. Ni siquiera tienes por qué acomodar el cuerpo para balancear la carga, sólo muévete. ¡No! ¡Deja de hacer berrinche y sólo muévete! Esto no tiene nada que ver con el equilibrio, ¿estamos? El equilibrio se consigue simplemente al accionar y conforme se acciona. Cabe hacer la anotación de que, los mejores algoritmos en inteligencia artificial, son aquellos que imitan al aprendizaje humano, es decir, sin cálculos, sin correspondencias uno a uno. Es “feeling” y todos los seres humanos lo tenemos de manera primitiva y sin alteraciones culturales o psicológicas (Consultar en Wikipedia o donde se te antoje “Lógica difusa”).

Paso 4.- Después de este nivel, uno se puede graduar en autocontrol, ya que descubrirá que la obsesión por controlar los agentes externos únicamente provoca descontrol en uno mismo. Es para aquellos que, dentro de sus cabezas, están calculando todo el tiempo las reacciones de los demás y prediciendo futuros aún en total desconocimiento del sentir y los modos de operación de las demás personas.

Colocar dos obstáculos, cercanos entre sí a una distancia suficientemente estrecha para que pase únicamente tu cuerpo andando en bicicleta en línea recta sin embarrarse con los obstáculos. Pueden ser dos postes, dos piedras grandes, dos árboles que casualmente estén colocados para poder realizar este ejercicio, lo que sea. Que sean dos obstáculos, uno a cada lado. Ahora, tomar la bicicleta desde varios metros atrás, montarla y encarrerarse. Ir en línea recta. No volantear. ¡No! ¡No dudes, no tiembles, no volantees! Uta, ya volanteaste. Bueno, ya ves lo que sucede cuando volanteas: TE ESTAMPAS EN LOS PINCHES POSTES. Inténtalo de nuevo, agarra la carrera… Línea recta, línea recta, ¡no hagas nada más que lo que ya estabas haciendo! ¡No, no te precipites! Que la chingada, ya te estampaste otra vez. A ver, vete a lavar la boca porque si tomas sangre vas a querer vomitar. Bien, colócate de nuevo. Ahora sí, encarrérate y una vez en movimiento, no hagas nada más que seguirte moviendo. ¡Muy bien! ¿Ves cómo no había que hacer nada más? Chido, ya ni estás viendo los postes, eso es todo. Felicidades, ya puedes irte vivir y ahora deja de hacerte chaquetas mentales por favor, pos est@.

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